El exparlamentario del PSE fue abogado en el proceso de Burgos, cosmopolita y un firme defensor de las libertades y los valores de la ciudadanía, y de la Constitución
Juan Moreno Lombardero murió ayer a los 93 años. Abogado bilbaíno de toda la vida, su abuelo Joaquín Moreno Goñi, fue alcalde de Bilbao entre 1897 y 1901. Era sobrino nieto de Unamuno y de Telesforo de Aranzadi. Liberal hasta el fondo de su alma y quizás por ello, como don Indalecio Prieto, socialista por la misma razón. Ilustrado y culto, amante del arte y las buenas formas.
Fue abogado de presos políticos antifranquistas en varias causas notables, en tiempos en los que muy pocos prestaban esos servicios. Quizás la principal y la que le hizo más conocido en esos entornos fue haberlo sido en el proceso de Burgos junto a Juan Mari Bandrés y Castells.
Era abogado especializado en los derechos y libertades fundamentales, y no era raro por ello encontrarlo en la defensa de causas justas y desgraciadamente a veces también, causas perdidas.
El Partido Socialista de Bizkaia lo tuvo como su representante jurídico muchos años. Como parlamentario vasco fue ponente de la Ley de Territorios Históricos y sus disputas con Emilio Guevara en aquella famosa ley fueron notables.
Amaba la Constitución. Todos los años, el 6 de diciembre organizaba un acto de homenaje a la Carta Magna en Bilbao invitando a sus amigos para celebrar la importancia de la ley de leyes en nuestra democracia. Su amigo el magistrado Joaquín Giménez se empeñó por ello en que fuera premiado con la Medalla del Mérito Constitucional por ese ejercicio de amor constante a la Constitución. Se sentía orgulloso de ese galardón.
(Extracto de la necrológica de Ramón Jáuregui)