La tercera reunión del año de los ministros de Finanzas del G20 concluyó el 22 de julio de 2018 con una resolución que pide “intensificar” el diálogo entre sus miembros y el reconocimiento de una situación de “aumento de las tensiones comerciales”. Con el proteccionismo como gran tema de fondo, los ministros de Finanzas y Gobernadores de Bancos Centrales “reafirmaron” las conclusiones al respecto alcanzadas en la cumbre de Hamburgo del año pasado, consistente en un compromiso con el libre comercio, y destacaron que están “trabajando para fortalecer la contribución del comercio a sus economías”. Los ministros de Finanzas expusieron que los riesgos económicos de corto y mediano plazo han aumentado, lo que ejemplificaron con “las crecientes vulnerabilidades financieras, el aumento de las tensiones comerciales y geopolíticas”. Sobre los tipos de cambio, otro de los temas que mayores fricciones ha generado, las naciones del G20 manifestaron su intención de «comunicar claramente sus acciones de política macroeconómicas y estructurales», y un compromiso de que su política monetaria «seguirá asegurando la estabilidad». Acerca de las economías emergentes, los ministros presentes enfatizaron que, si bien muchas de ellas «se encuentran ahora mejor preparadas para ajustarse a las cambiantes condiciones externas», aún «enfrentan desafíos tales como la volatilidad de los mercados y la reversión de flujos de capital». El G20 señaló la infraestructura como uno de los «pilares» del crecimiento y el desarrollo, y «dio la bienvenida» a una hoja de ruta que sitúa a esta como una «clase de activo», que ayude a generar proyectos «atractivos para inversores privados». Los titulares de Finanzas también hicieron un llamado a asegurar que los beneficios de la transformación tecnológica sean «ampliamente compartidos», y garantizaron que «responderán a los desafíos que genero sobre los individuos, las empresas y los Gobiernos». El consenso del G20 contempla que, aunque las innovaciones tecnológicas aportan beneficios económicos, los criptoactivos suponen retos en la en la protección de consumidores e inversores, la evasión fiscal, el lavado de dinero o la financiación del terrorismo.