Los Estados Unidos han solicitado, en el marco del mecanismo de solución de diferencias de la OMC, la celebración de consultas con el Canadá, China, México, Turquía y la Unión Europea en relación con los derechos adicionales impuestos por estos cinco Miembros sobre las importaciones de determinados productos estadounidenses. La solicitud se distribuyó a los Miembros de la OMC el 19 de julio. Los derechos se impusieron en respuesta a los derechos adicionales impuestos por los Estados Unidos sobre los productos de acero y aluminio. Los Estados Unidos alegan que las medidas de esos cinco Miembros de la OMC son incompatibles con las disposiciones del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) de 1994. La solicitud de celebración de consultas inicia formalmente una diferencia en la OMC. Las consultas dan a las partes la oportunidad de debatir la cuestión y encontrar una solución satisfactoria sin llegar al litigio. Pasados 60 días, si las consultas no han permitido resolver la diferencia, el reclamante puede pedir que la resuelva un grupo especial.
Cabe recordar que la EE UU ha impuesto aranceles del 10 % y del 25 % a determinados productos de aluminio y acero de sus socios comerciales con el argumento de que los metales importados representan una amenaza para la seguridad nacional del país. En respuesta, China, la UE, Canadá, México y Turquía han adoptado contramedidas similares sobre productos estadounidenses que ascienden, según algunos medios estadounidenses, a unos 24.000 millones de dólares del valor de las exportaciones de EE UU. De momento nueve miembros de la OMC han denunciado a EE UU ante la organización multilateral con sede en Ginebra por los aranceles al aluminio y acero por considerarlos ilegales: Suiza, Rusia, la UE, México, China, la India, Rusia, Canadá y Noruega. Además de considerar los derechos estadounidenses injustificados, los países han afirmado en sus denuncias que se trata de una medida discriminatoria, pues no se aplica a todos los países por igual.