El DO L 73 de 10.3.2023 publica la Recomendación (UE) 2023/550 de la Comisión de 8 de marzo de 2023 sobre los programas nacionales de apoyo a la planificación de la movilidad urbana sostenible [notificada con el número C(2023) 1524]. En elle la Comisión pide a los Estados miembros que pongan en marcha un programa nacional de apoyo a los planes de movilidad urbana sostenible destinado a apoyar a las ciudades, a reforzar la gobernanza y aumentar la coordinación a escala nacional, a planificar y garantizar la adopción de políticas de movilidad urbana sostenible y a mejorar la coordinación entre regiones y ciudades, así como entre las zonas urbanas y rurales.
Antecedentes
El paquete de movilidad urbana de 2013 introdujo el concepto de planes de movilidad urbana sostenible como piedra angular de un marco para que las ciudades y las regiones abordaran los desafíos que plantea la política de movilidad urbana. El concepto de plan de movilidad urbana sostenible debe actualizarse de modo que refleje las nuevas estrategias de la UE e integre nuevas prioridades políticas. Este concepto de plan de movilidad urbana sostenible se recoge en el anexo de la presente Recomendación.
Sobre la base del concepto de planes de movilidad urbana sostenible, las directrices relativas a dichos planes ofrecen a las ciudades asesoramiento sobre el proceso de elaboración y ejecución de sus planes de movilidad urbana sostenible.
A lo largo de la última década, la Comisión ha promovido el concepto y muchas ciudades de toda la UE lo han utilizado ampliamente de forma voluntaria para planificar su transición hacia una movilidad urbana atractiva, inclusiva y sostenible.
Las ciudades que aplican el concepto de plan de movilidad urbana sostenible lo consideran una herramienta eficaz, exhaustiva y flexible que va más allá de los límites administrativos de las ciudades para comprender toda la «zona urbana funcional», teniendo en cuenta las conexiones con el interior, los flujos de viajeros pendulares y los vínculos entre zonas urbanas y rurales.
El documento de trabajo de los servicios de la Comisión sobre el Nuevo Marco de Movilidad Urbana de la UE puso de relieve que los planes de movilidad urbana sostenible son un marco coherente de planificación a largo plazo en el que participan todas las partes interesadas. La resiliencia del concepto se demostró, en particular, durante la pandemia de COVID-19, ya que muchas ciudades que contaban con un plan de movilidad urbana sostenible pudieron adaptar sus políticas de movilidad con agilidad y eficiencia. Ello les permitió introducir cambios en sus sistemas de movilidad con más facilidad que aquellas que no contaban con planes comparables. En muchos casos, los procedimientos de emergencia y resiliencia ya se habían definido en los planes de movilidad urbana sostenible vigentes.
Sin embargo, en la evaluación del paquete de movilidad urbana de 2013 se consideró una deficiencia importante la desigual adopción de los planes de movilidad urbana sostenible en los Estados miembros. Muchas ciudades siguen sin disponer de un plan de movilidad urbana sostenible y la calidad de los planes vigentes varía considerablemente. También hay un claro desequilibrio entre los Estados miembros en cuanto al alcance general de las ciudades con planes de movilidad urbana sostenible.
Necesidad de actuar a nivel de los Estados miembros
Sobre la base de la amplia experiencia en la utilización del concepto de plan de movilidad urbana sostenible desde 2013, la evaluación del paquete de movilidad urbana de 2013 ha puesto de manifiesto que la capacidad y los conocimientos especializados, especialmente en las ciudades pequeñas y medianas, así como la falta de participación y de apoyo nacionales, siguen siendo un problema.
Esto apunta a la necesidad general de garantizar la coherencia con el concepto de plan de movilidad urbana sostenible y de coordinar las distintas actividades emprendidas por las ciudades y zonas urbanas para elaborar, ejecutar y supervisar sus planes de movilidad.
Como señala el nuevo marco de movilidad urbana de la UE, es necesario reforzar la gobernanza y la propiedad a nivel nacional, con el fin de establecer un marco de apoyo para armonizar más estrechamente los planes de movilidad urbana sostenible con el concepto de plan de movilidad urbana sostenible, teniendo en cuenta las circunstancias locales, las prácticas de planificación y las estructuras institucionales, de acuerdo con el principio de subsidiariedad.
Enlace a la RTE-T
La propuesta de revisión del Reglamento RTE-T contempla reforzar el papel de las ciudades como nodos vitales para un transporte sostenible, seguro, eficiente y multimodal en toda Europa y fuera de ella. A fin de hacer posible que la RTE-T funcione con eficacia, la Comisión propuso que antes del 31 de diciembre de 2025 los Estados miembros garanticen que los nodos urbanos de la RTE-T adopten un plan de movilidad urbana sostenible y recaben datos pertinentes sobre movilidad urbana.
Los nodos urbanos deben tener en cuenta las repercusiones de las diferentes medidas de movilidad urbana en los flujos de tráfico, tanto de pasajeros como de mercancías, a lo largo de la RTE-T. Las medidas deben encaminarse a garantizar un tránsito fluido, la circunvalación o la interconexión mediante nodos urbanos, en particular de los vehículos de emisión cero. Las medidas deben contribuir a aliviar la congestión, a aumentar la cuota modal del transporte público y de los modos activos, a mejorar la seguridad vial y a eliminar los cuellos de botella que afectan a los flujos de tráfico en la RTE-T.
Por lo tanto, la presente Recomendación también tiene por objeto proporcionar apoyo adicional a los Estados miembros y las ciudades sobre cómo prepararse para cumplir los requisitos propuestos para los nodos urbanos.
La presente Recomendación se entiende sin perjuicio de la futura adopción de un Reglamento RTE-T revisado de acuerdo con la propuesta anteriormente mencionada y las obligaciones en materia de planes de movilidad urbana sostenible que esta contiene.