Según informa el Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, en este evento, que se celebra todos los años a finales de este mes, tendrá lugar este año del día 23 al 27 de septiembre. En total, se reúnen algo más de 180 líderes mundiales (entre jefes de Estado y de Gobierno y ministros) para discutir y tomar acciones frente a los desafíos del planeta. Progresivamente ha ido calando la idea, con el paso de los distintos períodos de sesiones de la Asamblea General, que el tiempo de los discursos ha pasado y que es el momento de presentar planes concretos.
Los principales retos (cambio climático, desequilibrios en la distribución de la riqueza y de los logros del desarrollo, desplazamientos masivos y en ocasiones forzosos de población, riesgo de pandemias, terrorismo, extremismos, violaciones de los derechos humanos o del Derecho Internacional Humanitario) exigen respuestas y acciones inmediatas y claras por parte de los gobiernos y de todos los actores implicados. Respuestas que no pueden ser sino concertadas y globales, es decir, multilaterales. España está convencida de la necesidad de reformar y revitalizar la institución y desea convertir a las Naciones Unidas (NN UU) en una plataforma para el cambio y la acción urgente.
En este nuevo enfoque, que nuestro país asume plenamente, se van a presentar iniciativas muy concretas en los principales encuentros que se celebrarán durante la semana.