El Comité Económico y Social Europeo recomienda reformar el mercado de la electricidad de la UE liberalizándolo siempre que sea posible (14 junio 2023)

En su pleno de junio, el Comité Económico y Social Europeo (CESE) recomendó reformar el mercado de la electricidad de la UE liberalizándolo siempre que se pueda y regulándolo cuando sea necesario. La prioridad principal es garantizar un suministro básico de energía asequible a precios regulados.

El Comité Económico y Social Europeo (CESE) apoya la creación de un futuro mercado de la electricidad basado en una asociación público-privada y en una combinación de regulación y liberalización.

La esencia de este modelo es un «mecanismo para la electricidad» instaurado por el gobierno que compre la electricidad a los productores y la venda a los proveedores de hogares, pymes, comunidades ciudadanas de energía y grandes consumidores, así como a otros países, cuando sea posible y conveniente.

El «mecanismo para la electricidad» celebraría contratos a largo plazo con los productores de electricidad sobre la base de licitaciones. Tales contratos serían de diversos tipos, como contratos de compra de energía (CCE), contratos por diferencia y contratos de margen fijo.

Tal como se afirma en el Dictamen del CESE elaborado por Jan Dirx y Christophe Quarez y aprobado en el pleno del CESE del 14 de junio de 2023, esta es la principal reforma que debe llevarse a cabo en el actual mercado de la electricidad de la UE.

Concretamente, el Dictamen:

  • Considera que la energía, incluidas las infraestructuras de transporte y distribución, no puede tratarse como cualquier otra mercancía: es un componente esencial de nuestro sistema económico y social y, por tanto, una parte fundamental de la prestación de servicios públicos. Por ello, el suministro de energía se clasifica como servicio de interés general. Por lo tanto, es necesario crear unas condiciones marco reguladoras para la energía del futuro que garanticen tanto un suministro de energía respetuoso con el medio ambiente, asequible y fiable, como el derecho a la energía. Esto también significa que el diseño del mercado de la energía debe tener en cuenta los requisitos asociados a la descarbonización. A fin de garantizar un suministro básico de energía asequible, el CESE considera que el nuevo diseño del mercado debe garantizar el suministro básico de energía a precios regulados.
  • Subraya que, en el contexto de una reforma del mercado de la electricidad, la liberalización debe examinarse críticamente en términos de sostenibilidad, asequibilidad y seguridad del suministro. Además, no debe olvidarse que la crisis actual demuestra que los mercados energéticos liberalizados son incapaces de satisfacer estas necesidades y no crean suficientes incentivos y seguridad de inversión para las energías renovables. Además, los gobiernos serán los responsables de cumplir estos tres objetivos (sostenibilidad, asequibilidad y seguridad del suministro) durante un largo periodo, ya que el mercado no los combinará y realizará de forma espontánea.
  • Opta por un modelo híbrido, en el que las fuerzas del mercado y la gestión por objetivos conducen conjuntamente a un funcionamiento óptimo del mercado en el marco de los objetivos estipulados. El núcleo de este modelo es una «E-facility» establecida por el gobierno que compra la electricidad a los productores y la vende a los proveedores de los clientes domésticos, las PYME, las Comunidades Energéticas Ciudadanas y los grandes consumidores, y cuando proceda y sea posible a otros países, utilizando los tres objetivos como marco para la toma de decisiones. Este mecanismo celebraría contratos a largo plazo con los productores de electricidad sobre la base de licitaciones. Estos contratos serían de varios tipos, como acuerdos de compra de energía (PPA), contratos por diferencia (CfD) y contratos de coste+.

En el Dictamen, el CESE destaca que la propuesta legislativa de la Comisión Europea, aprobada en marzo de 2023, de acometer una reforma específica del mercado de la electricidad resulta insuficiente y debería haber contribuido en mayor medida a adaptar la configuración del mercado a la nueva realidad provocada por la invasión rusa de Ucrania y el encarecimiento inaudito de los precios de la energía.

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