El vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea y la representante de Comercio de los Estados Unidos, llegaron a un acuerdo sobre las grandes aeronaves civiles, transformado casi diecisiete años de litigios en una plataforma de colaboración con visión de futuro para abordar cuestiones bilaterales y hacer frente a los desafíos mundiales.
El conflicto entre la UE y los EE. UU. en materia de aeronaves en cifras
Las contramedidas impuestas por los Estados Unidos en el caso Airbus afectaron a diecinueve categorías de productos diferentes, entre ellas aeronaves, vinos y bebidas espirituosas, productos lácteos y quesos o maquinaria, por un valor de 7 500 millones de dólares. Los aranceles impuestos fueron del 15 % para las aeronaves y del 25 % para los productos no aeronáuticos, y dieron lugar a unos 2 200 millones de dólares en derechos pagados por los importadores estadounidenses.
Por su parte, las contramedidas de la Unión Europea en el caso Boeing afectaron a 130 categorías de productos diferentes, entre ellas aeronaves, nueces, tabaco, bebidas espirituosas, bolsos de mano o tractores, por un valor de 4 000 millones de dólares. Los aranceles impuestos fueron del 15 % para las aeronaves y del 25 % para los productos no aeronáuticos, y dieron lugar a unos 1 100 millones de dólares en derechos pagados por los importadores de la Unión.
La controversia
La disputa entre la Unión Europea y los Estados Unidos sobre las grandes aeronaves civiles (LCA; también conocida como Controversia Airbus-Boeing) es la de mayor duración en la historia de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Comenzó en 2004, cuando los Estados Unidos iniciaron un procedimiento en la OMC contra la UE, alegando que la Unión subvencionaba ilegalmente al fabricante europeo de grandes aeronaves civiles Airbus. La UE también presentó una denuncia contra los Estados Unidos en mayo de 2005 por su apoyo ilegal a Boeing.
En mayo de 2018, el Órgano de Apelación de la OMC constató que la UE y sus Estados miembros no habían cumplido plenamente las anteriores resoluciones de la OMC. En consecuencia, la OMC permitió a los Estados Unidos adoptar contramedidas en relación con las exportaciones europeas por un valor de 7 500 millones de dólares. Los Estados Unidos impusieron estas medidas en octubre de 2019.
En marzo de 2019, el Órgano de Apelación de la OMC confirmó que los Estados Unidos seguían apoyando ilegalmente a su fabricante de aeronaves Boeing en detrimento de Airbus, la industria aeroespacial europea y sus numerosos trabajadores. Tras la autorización de la OMC, la UE impuso contramedidas por valor de 4 000 millones de dólares a las exportaciones estadounidenses a la UE (en noviembre de 2020).
A raíz de las decisiones de la OMC, tanto los Estados Unidos (en octubre de 2019) como la Unión (en noviembre de 2020) impusieron aranceles punitivos a las exportaciones respectivas, afectando un valor total de 11 500 millones de dólares de intercambios comerciales entre ambas partes. Como consecuencia de ello, las empresas de la UE y de los EE.UU. han tenido que pagar derechos por más de 3 300 millones de dólares.
En julio de 2020, Airbus y algunos Estados miembros anunciaron medidas decisivas para garantizar el pleno cumplimiento de sus obligaciones internacionales derivadas de la resolución de la OMC contra la UE, e instaron a los EE.UU. a levantar sus contramedidas contra la UE.
El 5 de marzo de 2021, la Unión Europea y los Estados Unidos acordaron suspender por un período de cuatro meses todas las medidas arancelarias de retorsión impuestas sobre las exportaciones respectivas en el marco de la disputa sobre Airbus y Boeing. La suspensión ha permitido a ambas partes centrarse en la resolución de esta prolongada diferencia.
Ambas partes tratarán ahora de superar sus antiguas diferencias con el fin de evitar futuros litigios y preservar las condiciones equitativas entre los fabricantes de aeronaves, al tiempo que trabajarán para evitar que surjan nuevas diferencias.
La UE y los EE.UU. acordaron asimismo suspender, durante un período de cinco años, la aplicación de aranceles por un valor de 11 500 millones de dólares que perjudican a las empresas y a los ciudadanos de ambos lados del Atlántico.
Las dos partes colaborarán para analizar y tratar conjuntamente las prácticas anticompetitivas de terceros que puedan perjudicar al sector de grandes aeronaves civiles.
En virtud del Entendimiento sobre un marco de cooperación para grandes aeronaves civiles, ambas partes expresaron su intención de:
- establecer un Grupo de Trabajo sobre Grandes Aeronaves Civiles dirigido por el ministro de Comercio de cada parte;
- proporcionar financiación a los grandes productores de aeronaves civiles en condiciones de mercado;
- proporcionar financiación para I+D a través de un proceso abierto y transparente y hacer que los resultados de la I+D financiada íntegramente por el gobierno estén ampliamente disponibles, en la medida en que lo permita la ley;
- no conceder a sus propios productores financiación de I+D ni otro apoyo específico (como por ejemplo, desgravaciones fiscales específicas) que pueda perjudicar a la otra parte;
- colaborar para abordar las prácticas contrarias a la competencia por parte de terceros que puedan perjudicar a sus respectivas industrias de grandes aeronaves civiles;
- mantener la suspensión de sus contramedidas, por un período de cinco años, evitando a los importadores de ambos lados del Atlántico el pago de miles de millones de euros en aranceles.
Desde el punto de vista de la Comisión con el acuerdo sobre Boeing-Airbus se ha dado un paso importante para resolver el litigio comercial más largo de la historia de la OMC. Me complace comprobar que, tras un intenso trabajo entre la Comisión Europea y la administración estadounidense, nuestra asociación transatlántica está en vías de alcanzar la velocidad de crucero. Esto demuestra el nuevo espíritu de cooperación entre la UE y los EE.UU., y también que podemos resolver los demás problemas en beneficio mutuo. Juntos podemos lograr resultados para nuestros ciudadanos y nuestras empresas».