Según informa la primera de estas instituciones, con el apoyo de Eurojust y Europol, las autoridades judiciales españolas (Juzgado de Instrucción nº 1 en Torrevieja) y el Ministerio Público belga y las autoridades judiciales, en coordinación con la Guardia Civil española y la Policía Federal Belga, detuvieron a un fugitivo belga, considerado como ‘muy peligroso’, en Torrevieja, España. En cuanto las autoridades belgas emitieron una Orden Europea de Detención y Entrega, la Guardia Civil acudió al domicilio para proceder a su detención, que tuvo lugar el 7 de noviembre y fue preparada por las oficinas belga y española de Eurojust, que se pusieron en contacto directo con sus autoridades nacionales. Los magistrados belgas y españoles trabajaron juntos en España para redactar la orden de detención europea y dirigir la detención, así como las búsquedas y las incautaciones de tres casas y un restaurante en España, lo que provocó el cierre del restaurante utilizado para lavar el dinero y la congelación de dos propiedades, cuentas bancarias y un vehículo, así como documentos, dispositivos electrónicos, tarjetas de crédito y una cantidad sustancial de efectivo. El sospechoso había huído de Bélgica en enero de 2018 después de cometer más de 20 robos extremadamente violentos. Luego había sido buscado por las autoridades belgas. El sospechoso pertenecía a un grupo del crimen organizado y es el presunto autor de otros delitos, como el tráfico de drogas y el comercio ilegal de armas de fuego. La policía federal belga sospechó que el fugitivo podría estar escondido en Torrevieja y solicitó la cooperación de la Guardia Civil española, que inició una investigación y actividades de vigilancia. La investigación reveló que el fugitivo lavó las ganancias ilícitas derivadas de su actividad criminal en Bélgica a través de un restaurante en España, un negocio que hacía un uso intensivo de efectivo, y luego reinvirtió el dinero en bienes inmuebles.
